Historias de plantas locales
Otra forma de conocer la biodiversidad vegetal local más allá de la identificación de especies surge a través de las prácticas pedagógicas y de conocer las plantas con más detalle. María, una de las habitantes de la ecoaldea, es una gran conocedora de la vida vegetal y llevó a Michelle a recorrer los pequeños huertos que hay junto a las casas.

Durante el paseo, María compartió sus conocimientos sobre los distintos nombres de las plantas y sus valores medicinales, terapéuticos y comestibles. Imagen tomada por Michelle Westerlaken.
María compartió cómo las prácticas locales de conocimiento de las plantas sugieren que las plantas silvestres empiezan a crecer cerca de los hogares de las personas que podrían utilizar sus propiedades medicinales, comestibles o terapéuticas. Ciertas plantas comestibles que pueden ayudar a las personas con dolencias físicas empiezan a crecer en los jardines de quienes las necesitan. Otras plantas ofrecen apoyo emocional o recuerdan a la gente las cosas valiosas de su vida al aparecer de repente en el suelo cercano. El conocimiento de las propiedades especiales y los usos locales de las plantas silvestres puede cambiar nuestra relación con el entorno.
Durante el paseo observamos plantas silvestres que crecían en distintos jardines de la ecoaldea. Aunque algunos habitantes han plantado vegetación específica en sus jardines, muchos dejan espacio en ellos para apoyar la biodiversidad local. En este caso, también es necesario conocer ciertas plantas silvestres, como los cardos, que arrasarían los jardines si se dejan crecer, para apoyar los ecosistemas locales. Lo que más nos llamó la atención fueron las diferencias entre cada jardín. Observamos líneas muy claras entre jardines adyacentes de distintas casas, donde podían verse plantas totalmente distintas a escasos metros de distancia. Algunas plantas sólo aparecían en un jardín, mientras que otras podían encontrarse en toda la ecoaldea.

Ejemplo de uno de los jardines de la ecoaldea. Debido a la estructura circular del entorno construido, la zona también incluye diferentes microclimas. En esta parte concreta de la ecoaldea, los jardines delanteros son soleados y están protegidos del viento, mientras que los traseros experimentan más sombra y temperaturas más frescas. Estas diferencias enriquecen la vida vegetal local. Imagen tomada por Michelle Westerlaken.
Sólo en un jardín observamos un vergeet-me-nietje y especulamos sobre la historia que hay detrás del nombre de esta pequeña y hermosa flor (nomeolvides, en inglés). Poco después se unió otro vecino y descubrimos que el nombre árabe de esta especie se traduce como "oreja de ratón" (أذن الفأر). Una búsqueda posterior reveló que este nombre también se utilizaba en las descripciones de la planta en griego antiguo (μυοσωτίς). En el hemisferio norte, de donde es originaria esta planta, la flor también se conoce como "hierba escorpión" debido a su patrón de crecimiento. En todo el mundo, la flor tiene numerosos valores culturales e históricos.

Estos vergeet-me-nietjes se encontraron en un solo lugar de la aldea ecológica. Imagen tomada por Michelle Westerlaken.

Nos ha llevado mucho tiempo encontrar la palabra árabe para esta flor, ya que los sitios web de traducción convierten el nomeolvides en una traducción literal. La página árabe de Wikipedia de la flor se titula أذن الفأر, u oreja de ratón. Nos pareció un nombre realmente adecuado y memorable para esta planta en particular. Captura de pantalla tomada de Wikipedia por Michelle Westerlaken, recuperada el 28 de mayo de 2023 a través de https://ar.wikipedia.org/wiki/%D8%A3%D8%B0%D9%86_%D8%A7%D9%84%D9%81%D8%A3%D8%B1

ObsIdentify reconoció la imagen de la planta en el pueblo ecológico con un 94% de precisión como un akkervergeet-mij-nietje (un campo agrícola-olvídame-no). Captura de pantalla de open-dataset tomada por Michelle Westerlaken, recuperada el 8 de junio de 2023 a través de ObsIdentify.
El reconocimiento automático de especies de la aplicación móvil ObsIdentify se utilizó durante todo el recorrido para ayudarnos a identificar especies de las que no estábamos seguros. En algunos casos proporcionó nueva información útil y en otros no pareció reconocer la especie. El grado de precisión fue, una vez más, un elemento recurrente de nuestra conversación en torno a las plantas locales.
Diferentes plantas silvestres crecen en todos los rincones de la ecoaldea y el desarrollo urbano en curso significa que no hay fronteras claras (todavía) entre los caminos humanos y el crecimiento de las plantas silvestres. Este paseo cambió nuestra forma de movernos por la aldea ecológica. A Michelle cada vez le preocupaba más caminar por encima de las plantas. Todo el paseo fue grabado en audio.