Hace millones de años, las fracturas de la corteza terrestre empezaron a modelar el paisaje de esta zona del este de Brabante Septentrional. El movimiento entre dos placas tectónicas esculpió una parte más alta y otra más baja del terreno. Contrariamente a la mayoría de los paisajes, en este lugar la zona inferior (occidental) es seca y arenosa, y la zona superior (oriental) es húmeda. Esto se debe a que la frontera subterránea entre las dos placas es tan densa que el agua subterránea de la parte oriental es empujada hacia arriba. Este fenómeno da forma a un paisaje caracterizado por una marcada biodiversidad y aguas rojas y anaranjadas ricas en minerales.