Identificación de oportunidades de restauración
Tecnólogos y científicos adoptaron datos biofísicos combinados con conjuntos de datos sobre densidad de población para cartografiar la distribución actual y posible de los bosques en la Tierra. Como resultado, este Atlas identificó 2.000 millones de hectáreas de tierra como posibles lugares para la restauración forestal. Aunque esta evaluación demostró la viabilidad de establecer objetivos de restauración a gran escala en el marco de acuerdos internacionales, el uso de un enfoque técnico y de vistas aéreas de paisajes para indicar cómo priorizar las zonas degradadas que deben restaurarse plantea varios problemas.

Por ejemplo, ¿cómo se definen las tierras "degradadas" o "deforestadas"? Los científicos que trabajan en ecología de pastizales y sabanas han expresado su preocupación por el hecho de que el Atlas identifique grandes extensiones de pastizales o bosques de dosel abierto como tierras degradadas o deforestadas, en lugar de entornos biodiversos complejos. Por ejemplo, Veldman et al. (2015) y Bond (2016) sostienen que la forestación de algunos de estos pastizales mediante la plantación de árboles , la extinción de incendios y la exclusión de los animales de pastoreo podría tener repercusiones negativas en términos de biodiversidad y secuestro de carbono de larga data.