Un debate sobre el potencial de las criptomonedas y el
blockchain
para cambiar la
gobernanza
forestal o crear nuevas infraestructuras digitales que determinen el futuro de los bosques debe incluir reflexiones sobre la ya controvertida cuestión del consumo de
energía
para la minería de estas criptomonedas, así como los residuos electrónicos que se generan al actualizar continuamente la potencia de cálculo.
En el caso de Bitcoin, la
energía
que se necesita anualmente para alimentar y refrigerar los ordenadores para la minería de Bitcoin parece estar creciendo exponencialmente y hoy en día puede compararse con el consumo anual de
energía
de un país más pequeño (véase esta imagen de un artículo publicado en el New York Times). Ethereum, es actualmente otra criptodivisa de alto consumo energético, pero también se está preparando para un cambio a un nuevo sistema de validación en la primera mitad de 2022 que se estima que utilizará sólo 1/10.000 parte de la
energía
que consume Ethereum actualmente. Además de estas monedas, existen miles de otras, algunas más experimentales que otras, y algunas que no se basan en un proceso de validación que utilice gran potencia computacional como Bitcoin y Ethereum 1.0, sino que se basan en conceptos como "proof-of-stake" (por ejemplo, el protocolo Ouroboros), un sistema de "Open Representative Voting" (por ejemplo, Nano, donde los titulares de cuentas votan para confirmar bloques de transacciones). También se explican y revisan aquí otros sistemas alternativos que consumen menos
energía
. No obstante, es importante mantener una actitud crítica ante la forma en que las promesas o afirmaciones sobre sistemas de validación más sostenibles acaban haciéndose realidad.
La cuestión de cómo las criptomonedas y el
blockchain
modifican el entorno forestal plantea diversos retos y conceptos interrelacionados. Entre ellos se incluyen cuestiones relativas a su sostenibilidad, como el consumo de
energía
y las emisiones de CO2, que afectan directamente a los bosques en términos de uso de recursos. Al mismo tiempo, los nuevos sistemas de minería y validación de criptomonedas también ofrecen la posibilidad de replantearse cómo se crea
valor
y confianza en los mercados financieros, lo que inspira a algunos artistas, diseñadores y desarrolladores a experimentar con los bosques y los ecosistemas de forma diferente.